21 de agosto de 2009

En red

¿Qué supone hoy día la capacidad de la humanidad de mantenerse en contacto? No hace falta rascar mucho para darse cuenta de que Internet ha revolucionado la formas formas de comunicación, y se ha encargado de derribar barreras allá donde las encontrara.
Internet ha roto la pasividad de la radio y televisión por parte del receptor, y es capaz de burlar todo filtro impuesto por regímenes autoritarios y no tan autoritarios.

Sin embargo, esta nueva red de relaciones hace que estemos en contacto con personas físicamente más lejanas y olvidemos a nuestros propios... vecinos. Nos hemos encerrado en un cubo con un cordón umbilical con forma de cable de red (o wifi).

En el siguiente esquema de ecosistema urbano, plantean esta reflexión.


2 comentarios:

Monglomorolos 22 de agosto de 2009, 15:47  

Pues que se conecten los vecinos a Internet... xD

No, pero es que, en Internet puedes elegir tus relaciones, dónde te metes, a quien comentas, y a quien dejas comentarte. Los vecinos te vienen dados por el caprichoso destino, y puedes querer relacionarte con ellos, o no.

De todas formas, a primera vista, el contacto real es mucho más complicado que el trato virtual, y ahí, querido, seguro que se encuentra la clave...

Anónimo,  25 de agosto de 2009, 20:34  

Hombre, tampoco creo que sea para tanto. Quiero decir, por mi parte ( y creo que por la de muchos ) preferimos hablar o interactuar cara a cara. Y los vecinos se la traen algunas veces ( mi nueva vecina en sevilla metio el tubo del aire acondicionao por la ventana de mi salon, porque el cubo estaba demasiado lleno y no lo habia cambiado )

Pero lo que quiero decir, aunque utilicemos internet para comuniicarnos, el fin casi siempre es acabar viendose, por decirlo de alguna manera, en " directo ".

Sobre este blog

Los que me conozcan sabrán que este no es ni de lejos mi primer blog, ya hubo algunos anteriores, que conseguí mantener hasta que tuve la oportunidad. Así pues, debo advertir, este espacio se hace eco de la temporabilidad y mutabilidad actuales, garantizando desde el principio la poca garantía de perdurabilidad.

A todos aquellos a los que no les asuste esto, y decidan seguirme en este tiempo, bienvenidos seáis, espero no defraudaros.