27 de septiembre de 2009

Homo homini lupus

Hace unos días me dió por pensar, ¿es la humanidad cabrona por naturaleza? Es decir, ¿somos los seres humanos en general seres carentes de empatía, que miramos única y exclusivamente por nuestros intereses y a los que les encanta tener a alguien a quien pisotear?



District 9 es una de esas películas que, por méritos propios, se hacen un hueco en el selecto club de las películas de culto, y que, cuando acaban, te hacen reflexionar sobre alguna cosa. 
En esta película se cuenta cómo unos extraterrestres llegan a la Tierra, exiliados de su mundo, desnutridos y en un estado deplorable. Posteriormente el Gobierno de Sudáfrica les proporciona unas instalaciones para que vivan allí, y que se termina convirtiendo en un gueto. Los aliens tienen que soportar las constantes humillaciones y vejaciones por parte de la población humana, que los discrimina de una forma brutal. No sigo contando por si alguno aún no ha visto la película, y tranquilos, no he contado algo que no esté en el trailer.
Claro está, que sean aliens es lo de menos, lo importante es el mensaje de cómo los seres humanos marginan a las minorías o a aquellos grupos que considera inferior o desvalido.
Hablando ésto con una amiga relacionada con el mundo de la psicología, me contaba que existe una teoría por la cual, las personas logran comportarse de manera más o menos decente única y exclusivamente por miedo al qué dirán. Es decir, yo no te robo a tí, o no te mato para quedarme todo lo que tienes, única y exclusivamente por miedo a lo que dirán de mí otros seres humanos. Lo que es más inquietante, se esa persona pudiera actuar con total impunidad, no dudaría en hacer mal a otros seres humanos. Y esto no es una elucubración, pasa en cualquier guerra, como en la Civil Española, sobre todo en la posguerra, en la que determinados persona afines a la ideología vencedora no dudaba en calumniar a otras personas o delatarlas, con tal de que el nuevo gobierno les retirara todas sus pertenencias y se las cediera. Pasa también cuando algún recurso escasea y la gente no duda en pisotear a otra para sobrevivir. Y pasa, dicho sea de paso, cuando se hacen novatadas, y un grupo queda por encima de otro.
Que hay gente mala por naturaleza, es bien sabido, pero, ¿somos en realidad todos malos? No paro de pensar en que la religión vino a frenar ésto. Es decir, pensar que hay alguien por encima de tí, que te está observando, y que por eso te ves obligado a usar toda tu empatía con otras personas ("Cualquier cosa que hagáis al resto de mis hermanos, me los estáis haciendo a mí"). Por otra parte, en el surgimiento de las democracias, también se hizo hincapié en defender a las minorías, para defenderlos de los lobos de los grupos mayoritarios, y por eso hoy homosexuales e inmigrantes, por ejemplo, ven sus derechos reconocidos y defendidos por el propio Estado.
En definitiva, desde que pudimos dominar la naturaleza somos imparables, pero ahora tendremos que defendernos de nosotros mismos. Homo homini lupus.
Foto: fotograma de la película District 9.

1 comentarios:

Monglomorolos 27 de septiembre de 2009, 16:51  

Bueno, cómo querías que los tomasen en serio y se les respetase, si sus vidas valen menos que una bala...

Sobre este blog

Los que me conozcan sabrán que este no es ni de lejos mi primer blog, ya hubo algunos anteriores, que conseguí mantener hasta que tuve la oportunidad. Así pues, debo advertir, este espacio se hace eco de la temporabilidad y mutabilidad actuales, garantizando desde el principio la poca garantía de perdurabilidad.

A todos aquellos a los que no les asuste esto, y decidan seguirme en este tiempo, bienvenidos seáis, espero no defraudaros.