15 de septiembre de 2009

Síndrome de Diógenes

"El síndrome de Diógenes es un trastorno del comportamiento [...] (las personas que lo sufren) suelen acumular grandes cantidades de desperdicios y objetos sin ninguna utilidad en sus casas [...] Emocionalmente están ligados a todas y cada una de sus posesiones y son incapaces de distinguir lo que es de valor o lo que es basura"


El canal Decasa, uno de esos canales digitales que meten para las amas de casas que están deseando gastarse un pastón en redecorar su casa pero que no tienen ni la más mínima idea de cómo hacerlo (sin que esto sirva de reproche alguno para nadie) emite un programa, importado de la BBC, y con un tufo que echa para atrás, que consiste, básicamente, en un reallity, de esos que al gran público por desgracia le gustan tanto, en el cual los dos presentadores (una británica en el papel de vieja amargada y un canadiense en el papel de decorador con pluma) le limpian la casa a una familia que por lo general tiene la casa hasta arriba de ropa, trastos, y mierda en general.

Pensando en cómo puede alguien llegar a acumular tanta cosa, llego a la conclusión de que la sociedad de consumo tan brutal en la que vivimos, en cierta manera, incita a la gente a caer en estos vicios. No es extraño que existan personas, la mayoría de edad avanzada, que hayan convertido el dogma consumista en patología médica.
Y hay empresas que hacen de eso una filosofía de la existencia, véase Ikea, cuyo modus operandi es fabricar muebles de baja calidad, baratos, para que en cuanto te canses de ellos, les des una patada, y vuelvas a sus tiendas, que para entonces ya existirá un nuevo catálogo de Ikea, en el que habrán cambiado dos lámparas y le habrán puesto una tipografía horrible al folleto. Y es aún más chocante que se autoproclamen reyes del diseño moderno de muebles, cuando la silla Barcelona de Mies, de rabiosa actualidad y vigencia, aún se puede comprar por ahí (yo lo he visto en una conocida tienda de muebles de Sevilla) y tiene más de medio siglo.
Vengo a decir con esto que, el mismo medio que empuja a sus televidentes a consumir más y más muebles y gastar más y más en decoración, dando a veces soluciones que pondrían los pelos de punta a mas de un arquitecto -por malas, claro está-, ofrece también un programa para desahogarse dentro de esta vorágine consumista. Si es que el Capitalismo ahoga pero no aprieta...

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Sobre este blog

Los que me conozcan sabrán que este no es ni de lejos mi primer blog, ya hubo algunos anteriores, que conseguí mantener hasta que tuve la oportunidad. Así pues, debo advertir, este espacio se hace eco de la temporabilidad y mutabilidad actuales, garantizando desde el principio la poca garantía de perdurabilidad.

A todos aquellos a los que no les asuste esto, y decidan seguirme en este tiempo, bienvenidos seáis, espero no defraudaros.